Ligar por la noche

Una noche estando en una discoteca estuve tonteando con un chico. Lo típico: besos, roce, etc. Pero el quería más y yo no estaba segura de querer hacerlo porque me daba la sensación de estar siendo utilizada. El caso es que mi cuerpo decía que sí, pero mi conciencia se negaba. ¿Qué es lo mejor en estos casos? ¿Dejarse llevar?

La situación que me describes es la misma por la que pasan la gran multitud de jóvenes que salen por las noches a tomar algo y pasarlo bien sin pareja. Podíamos decir que cada vez que se nos plantea una situación de esta clase nos estamos debatiendo entre lo que queremos hacer y lo que debemos hacer, y en cierta manera es así como ocurre. Es como si la información que llega a nuestro cerebro fuera a dos centros diferentes: uno el que nos impulsa a hacer lo que más placer nos da; y otro que nos dice qué es lo que deberíamos hacer si queremos actuar desde un punto de vista correcto socialmente. En cualquier situación de la vida cotidiana nos regimos normalmente por el lado racional y hacemos lo que nuestra conciencia nos dicta. Pero ¿quién no se ha saltado alguna vez una dieta al ver un escaparate de pasteles? En ocasiones nuestra conciencia se debilita y nos guiamos por el principio de obtener el máximo placer; al fin y al cabo también somos animales.

La noche y el alcohol confunden

Si estás de marcha con amigos y te has tomado unas copas, el alcohol hace que este lado racional del cerebro enmudezca aún más, y por eso tienes más dudas que de costumbre sobre qué es lo que deberías hacer estos casos, porque no oyes la voz de tu conciencia. ¿Qué es lo que debes hacer? Siempre lo que creas que es más correcto, independientemente de que el placer te esté tentando. Esto no quiere decir que si algún día te lías la manta a la cabeza y haces alguna locura estés actuando de forma negativa. Siempre que no hagas daño o perjudiques a terceros, puedes hacer lo que más te plazca, pero también lo que creas que es correcto. Creo que esa noche actuaste bien porque hiciste lo que más te convenía, que era dejarte guiar por tu instinto y no irte con ese chico, porque creías que ibas a sentir utilizada. Y probablemente, si hubieras llegado más lejos y quitarte la ropa interior con él sería así como te hubieras sentido, no por el hecho de practicar sexo con un extraño sino porque no hubieras sido fiel a tus creencias. Nadie tiene la clave exacta que nos indique qué es lo que debemos hacer en todo momento. Además, equivocarse forma parte del proceso de humanización de toda persona, pero si intentas ser fiel a ti misma te evitarás más de un lamento.

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